Educación emocional en la formación musical
Como asegura Deschaussees “El lenguaje musical supone un misterio impalpable que transforma el silencio que envuelve una partitura en fuente sonora y expresiva”. Ese poder de simpatía y misterio que surge de la música nace del talento y el valor del músico que se atreve a desnudar sus emociones delante un público, haciendo de ese instante un momento mágico. Esta experiencia para algunos artistas no siempre es tan placentera como se espera. A veces, pueden aparecer sensaciones de vulnerabilidad que llevan al bloqueo expresivo y a una deficiente interpretación. La actuación supone por tanto un momento irrepetible, una situación que no se puede borrar si no sale bien. Como afirmaba Dunsby: “la música es siempre un riesgo, para todos, todo el tiempo”. La fragilidad psicológica en músicos es mayor que en otras disciplinas académicas dada la mimetización de su arte con su identidad. Ante las críticas o las autocríticas toda su identidad puede verse amenazada y por consiguiente su autoestima. Estas sensaciones de vulnerabilidad ante la imposibilidad de tener control sobre las variables que entran en juego en una exposición pública, suponen para el músico que su respuesta de ansiedad pase de ser adaptativa a desadaptativa, dando como resultado un desvanecimiento de sus habilidades en la actuación.
La idea de incapacidad de control ante tal situación produce una sobreactivación fisiológica (palpitaciones, sudoración o sensación de ahogo), percibiendo así la ansiedad como una señal de ALARMA en vez de como una señal de ALERTA que simplemente te prepara para la acción. La apreciación de la ansiedad como alarmante es la que nos lleva a dudar sobre nuestras propias capacidades y ver como única salida, la huida. Todo este conjunto de síntomas son los que se manifiestan en personas presentan ansiedad escénica, un tipo de ansiedad social.
En el trabajo terapéutico, que se puede realizar en forma de terapia individual o como taller grupal, será un trabajo orientado a la identificación de los propios esquemas emocionales que llevan al bloqueo en el escenario con el fin de flexibilizarlos y transformar esa experiencia inexpresiva y de malestar en otra donde las emociones, en este caso, se conviertan en aliadas en vez de en enemigas. Emociones que tras su conocimiento, experiencia y regulación brindaran a la obra de un total significado.
Se abarcaran los siguientes temas:
- ¿Cómo me enfrento a un escenario?
- ¿Cómo protejo mi autoestima ante una crítica?
- ¿Cómo puedo gestionar mi ansiedad?
Ya tengo la técnica pero fallo en la expresión:
- ¿Cómo hago para dotar de significado a mi obra?
- ¿Cómo puedo llegar al público?